domingo, 29 de noviembre de 2009

Deberes conyugales


1 Pedro 3.1-7

1 Asimismo vosotras, mujeres, estad sujetas a vuestros maridos; (Ef. 5.22; Col. 3.18) para que también los que no creen a la palabra, sean ganados sin palabra por la conducta de sus esposas,

2 considerando vuestra conducta casta y respetuosa.

3 Vuestro atavío no sea el externo de peinados ostentosos, de adornos de oro o de vestidos lujosos,(1 Ti. 2.9)

4 sino el interno, el del corazón, en el incorruptible ornato de un espíritu afable y apacible, que es de grande estima delante de Dios.

5 Porque así también se ataviaban en otro tiempo aquellas santas mujeres que esperaban en Dios, estando sujetas a sus maridos;

6 como Sara obedecía a Abraham, llamándole señor; (Gn. 18.12) de la cual vosotras habéis venido a ser hijas, si hacéis el bien, sin temer ninguna amenaza.

7 Vosotros, maridos, igualmente, vivid con ellas sabiamente, (Ef. 5.25; Col. 3.19) dando honor a la mujer como a vaso más frágil, y como a coherederas de la gracia de la vida, para que vuestras oraciones no tengan estorbo.

Primera epístola universal de
san Pedro apóstol (Nuevo Testamento)


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Seguir el hábito de Sara es sin duda alguna, el principal objetivo de esta carta. Comportarnos como la esposa ejemplar y estar sujetas al mandato del marido, son las claves que nos da la Iglesia para recibir la aprobación de Dios.

Es un documento que llama mi atención y curiosidad. El señorío predispuesto en la biblia, es un claro cimiento ante esa masculinidad desbordante, que ha sido sugerido a lo largo de la historia. Si bien se manifiesta a modo de epístola, de privado no tiene nada. Es una carta escrita para ser mostrada al mundo, de generación en generación.

Ahora bien, ¿seremos capaces, nosotras las mujeres, de llevar el nombre de Sara con honra y obediencia? ¿Tendremos el valor de ofrecer el marido a la sirvienta, de aceptar un mandato divino algo machista (para qué estamos con cosas) y de llamar señor a nuestros esposos?

Sólo queda acatar o ignorar. El resto, es sólo manejo de los discursos. Dios no tiene la culpa. Y Pedro probablemente, se expresó mal.




jueves, 22 de octubre de 2009

"Esa urgencia de vivir". Carmen Gloria Berríos.


Carmen Gloria Berríos, nació en Santiago de Chile el año 1954.
Libros Publicados:
La Mujer Deshabitada, Editorial Mosquito, Santiago, 1990
Esa Urgencia de Vivir, Editorial La Trastienda, Santiago,1992
Razones Personales, Editorial La Trastienda, Santiago, 1994
Prójimo de Nadie, Editorial La Trastienda, Santiago, 2000
Prontuario 1990-2000, CGB Producciones, Santiago, 2000

Sus poemas han sido publicados en diversas antologías.

Enlace: http://laseleccionesafectivaschile.blogspot.com/2007/07/carmen-gloria-berros.html



Selección de poemas, sacados de su libro:

“Esa urgencia de vivir” (2000) Ediciones LOM

Un cable urgente de último minuto

Comunica

un asalto que se viene

por mi espalda

Mientras yo

premunida de jabón

champú y esponja

leo en braille la noticia

en mi hermoso cuerpo

humedecido

…………………………………………………….

Qué deliciosa sensación
enmascararme
y recorrer océanos oscuros
erguida en la mitad de tu liturgia

Qué deliciosa sensación
cambiar de lugar tu residencia
y con manos sin cadenas
enredarme en los pliegues de tu sábana

Qué deliciosa sensación
verte correr despavorido
pues descubro
tu temor a los fantasmas


……………………………………………………..

Allí estoy
flor en la solapa de tu abrigo
perla en tu corbata
doblada en el cajón de los no sé


Y me permito
ser el humo de tu blanco cigarrillo
penetrarte cancerígena
y fugarme
imperceptible

……………………………………………….

La brevedad de tu mano
que repta por mi espalda
hace que escriba
breves
poemas
de amor

………………………………………………..

Tu lengua furiosa

que irrumpe entre mis labios

hace que pronuncie

sólo

vocales

abiertas

………………………………………………….

Estuvimos flotando entre sábanas
furiosos por circundarnos
Lo hicimos tres veces
antes de que el gallo cantara
y no te niego

……………………………………………………..

Quiero indagar en basurales

Puede que me encuentre

con tu foto

un poquito agusanada

y residuos

de palabras

des com pues tas

Digo

Infectarme un poco de ti

impregnarme de tu hedor

sólo

por el simple

placer de recordarte

………………………………………………

No teman a la descalza
que navega por la madrugada
con un cuaderno entre sus piernas

No teman a la que va desnuda
y que sólo por hoy
se revuelca entre las letras
sólo para cubrirse
sólo para encontrar
que no hay nadie allá afuera.

No teman a su voz de agujas suaves
ni a sus muslos insolentes

Y no mencionen que mañana
vieron pasar
una sábana flotando sobre el río.
………………………………………………………………

Quiero descoser mi turbia boca

desatar mis piernas al vacío

y plantarme en la ventana de tu templo

Quiero gritar tres notas disonantes

y que el agudo estertor

quiebre tus espejos

Quiero llamar tu atención a toda costa

Aunque sea a la hora del almuerzo

entre todos tus manjares

descubras

que en el diario de ese día

mi nombre es el primero

en la lista de difuntos

Quiero llamar tu atención a toda costa

…………………………………………………………………

Comentario:

La mujer fantasma en “Esa urgencia de vivir”

Esa urgencia de vivir, se sitúa como el discurso poético de una mujer fantasmal, capaz de inmiscuirse en los espacios masculinos, de una manera casi imperceptible.

La sensualidad, es su primer cable de conexión a ese cuerpo que a veces la ignora y que otras veces, la atrapa. Digamos que es la presencia oculta de ese varón que permanece mudo pero siempre táctil.

“Qué deliciosa sensación/enmascararme “. Este verso grafica en gran parte la forma en cómo esa mujer logra llegar a la realidad tangible de ese hombre. Pero, ¿con qué fin? El poema continúa diciendo: “Qué deliciosa sensación/verte correr despavorido/pues descubro/tu temor a los fantasmas”

Ella juega para luego, intimidarlo. Su figura fantasmal permite en ella, conocer lo que, probablemente en cuerpo real, no lograría. Es un hablante femenino que, por medio del enmascaramiento y el misterio, se entromete en el espacio de ese sujeto amado.

Con la facultad de ser fantasma, esta voz es presencia en los lugares menos esperados: en la solapa de un abrigo, doblada en un cajón; a la vez de transformarse por ejemplo, en humo de cigarrillo. Es una mujer en permanencia, pero señalada como un ser invisible. Tanto por ella misma, de manera consciente, como también para ese otro. Esto último, lo vemos en el siguiente verso: “Quiero llamar tu atención a toda costa”. O sea, es una mujer que posee ese poder de transformación, pero pareciera ser, que este juego también se le escapase de las manos. Ese “quiero”, también podría interpretarse como un: aquí estoy, te necesito, ¿puedes verme?, lo que en gran medida haría que ese juego o supuesto juego que ella emplea, al esconderse y transformarse, no sea otra cosa que vivir en la condición que él, ese hombre, le ha dejado.

Por ende, esa invisibilidad y esa condición fantasmal es el resultado de una relación amorosa dada en vida y sentenciada a través del tiempo. En pocas palabras, “esa urgencia de vivir”, es para esa mujer, una urgencia por existir y ser vista.

Estuvimos flotando entre sábanas /furiosos por circundarnos (…)”. La voz en pasado señala esa presencia en vida, lo que fue y lo que vivió junto a él. El “ahora” sin embargo, le otorga esa forma fantasmal, y ella simplemente la ocupa, para recordarlo e inmiscuirse en ese espacio que ya le es ajeno.

“No teman a la descalza/que navega por la madrugada/con un cuaderno entre sus piernas (…)”. Este, es otro de los resultados que provoca en ella la ausencia carnal y sentimental de esa hombre en su vida presente; la locura. La mujer aceptando su sentencia de invisibilidad, está consciente que otros verán en ella rareza. Sin embargo, señala “no teman”. Es una loca y un fantasma indefenso, que sólo se desvela para él, para llamar su atención, pero sin lograrlo. Y en este caso, la única forma de vivir se lo otorga la escritura, porque es la única posibilidad de hacerla notar ante el resto.

Nadia L. (Dennis)


domingo, 18 de octubre de 2009

Todas se llaman María. Autora: Giovanna Rosa Pollarolo Giglio


Poema Todas Se Llaman María de Giovanna Pollarolo



Todas se llaman María
y es inútil distinguirlas
buscar para cada una el rostro diferente
saber cuál de ellas fue la enamorada
la que supo romper el frasco de perfume
secar con sus cabellos los pies recién lavados
si ella es la misma que lloró
cuando Él fue muerto
si ella le alivió el sudor en el camino
o fue otra la María
que corrió detrás de los sepultureros
todas se confunden en ese obediente rebaño
nadie recuerda el día
cuando Él la llamó
le dio un nombre
como si fuera la única
acompañando sus noches
la elegida para vivir por los caminos
anunciando las buenas nuevas
mas la palabra no les fue otorgada
el día de la confirmación de la fe
cuando el espíritu santo
llenó a los elegidos de sabiduría
ellas estaban en la cocina.



Sobre el poema:

El poema de la autora Giovanna Pollarolo titulado Todas se llaman María, pone de manifiesto el prototipo de aquella mujer que lo ha dado todo por satisfacer a su hombre, pero que a cambio no ha recibido nada.

Si nos remitimos a los versos que del poema se desprenden, notamos la voz de un hablante (mujer) que retrata tres rasgos de la María, al parecer de la María Magdalena, de quién la historia ha tratado de olvidar.

Primero encontramos a la María enamorada y devota:

Todas se llaman María
y es inútil distinguirlas
buscar para cada una el rostro diferente
saber cuál de ellas fue la enamorada
la que supo romper el frasco de perfume
secar con sus cabellos los pies recién lavados (…)

Luego está la descripción de la María comprometida:

si ella es la misma que lloró
cuando Él fue muerto
si ella le alivió el sudor en el camino
(…)

Y también está la María en presencia:

o fue otra la María
que corrió detrás de los sepultureros (…)

En el poema, estas tres Marías se confunden. Todas parecen ser distintas y las mismas a la vez. Sin embargo, lo que está claro es el abandono y el olvido que la María en sí_ y que pretende representar a todas las mujeres_ ha tenido en el transcurso de la vida y de la historia. Se agrega en el poema: todas se confunden en ese obediente rebaño. Hay aquí una voz crítica que dice que a pesar de toda la obediencia, el respaldo, la devoción, el amor que ella ha entregado desde tiempos remotos, es de nulo conocimiento para esos hombres, para la sociedad y para la tradición incluso bíblica, pues éstos han optado más bien, por el olvido y la condena. Y esta condena es haberles renegado la palabra, y un espacio importante dentro de la sociedad. Mientras ella dio su vida para complacer a ese Hombre, a ese Jesucristo, el espíritu santo llenó de sabiduría sólo a los elegidos_ que en este caso se entienden, fueron los apóstoles, todos hombres por lo demás.

María Magdalena en este poema pretende representar al género femenino en su generalidad. Como amante, compañera y amiga. María Magdalena por lo que es sabido dentro de un discurso no oficial, fue la leal amiga de Jesús y también años más tarde, se le adjudicó hasta un Evangelio, pero obviamente nunca reconocido por la iglesia. Hay aquí también un intento de destape y denuncia. El poema agrega con ironía que mientras ellos recibían la sabiduría, ellas estaban en la cocina.

(…) el día de la confirmación de la fe
cuando el espíritu santo
llenó a los elegidos de sabiduría
ellas estaban en la cocina
.

La sentencia se comprende, es por el sólo hecho de ser mujeres. No hay derecho a voz ni voto, y a pesar de prometérsele a esa mujer para ser la elegida para vivir por los caminos anunciando las buenas nuevas, es tan sólo una promesa, pues en el acto_ y porque la historia lo ha retratado así_ la María Magdalena, espíritu viviente en todas las mujeres, ha tenido que permanecer por siglos, callada y subyugada ante un hombre que de amar y valorar, sabe poco.


Nadia L. (Dennis)